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El imposible vencido

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El imposible vencido  (1853) 
Manuel Larramendi



EL IMPOSIBLE VENCIDO

ARTE DE LA LENGUA BASCONGADA.

EL IMPOSIBLE VENCIDO.

ARTE DE LA LENGUA BASCONGADA.

SU AUTOR



EL PADRE MANUEL DE LARRAMENDI,.


de la compañia de Jesus, Maestro de Teologia de su Real

Colegio de Salamanca.


Nueva edicion publicada por

DON PIO ZUAZUA.





SAN SEBASTIAN;

Establecimiento tipográfico-literario de D. Pio_Zuazua, calle de S. Vicente núm. 1 y 4.

1853.

AL SR. D. MARCELINO DE ZUAZUA.


Amado tio: No dudo será á V. muy grato saber, en esas apartadas regiones, que uno de su familia se afana por ser útil al pais bascongado, cuna de V., de mi querido padre y de sus ascendientes, que todos han rivalizado en cariño hácia su madre patria.
Permítame V., pues, que como una débil prueba del amor que le profeso, haga este obsequio á los hijos de los primitivos cántabro en su nombre.


De V., como siempre, amante y respetuoso sobrino

Pio de Zuazua.


San Sebastian 3 de marzo de 1753.

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http://www.archive.org/details/elimpossiblevencOOIarr





A LA M.N. Y M.L. PROVINCIA DE


GUIPUZCOA.


No parece que faltaba otra cosa á las glorias de V.S.I. para no envidiar las de ninguna nacíon del Orbe, que el que en fin saliese á influjos de V.S.I. á la luz pública y á la jurisdicion de lo posible y existente, una obra que la envidia ha contado siempre en los paises de las quimera é imposibles. La envidia, digo, que no hallando otra gloria disputable á V.S.I. pretendia mover cuestion de voces ó de nombres, como que V.S.I. los tomaba de un idioma sin arte, y aun tambien incapaz de tenerla. Por lo demás, claro está que halla y halló siempre la envidia en las magníficas y admirables prerogativas y preeminencias de V.S.I. interminable materia y egercicio de mortificacion irremediablé. Asi fueran ellas reducibles á breves cláusulas y periodos, como son asunto heróico de todo el clarin de la Fama. Los títulos de Muy Noble y Muy Leal que adornan á V.S.I. son como las luces del sol, no prestadas, sino nacidas; no advenedizas, sino moradoras de su patrio suelo. En otras provincias podrán ser como los esplendores de la luna, comunicadas por merced del sol, Principe y Monarca: pero en V.S.I. son títulos que provienen del principio de un mérito sumo, ó mejor, de los constitutivos inmediatos de la nobleza y lealtad en grado superlativo y supremo. La nobleza de V.S.I. no parece que puede llegar á mas alta cumbre. Y por quitar á mis espresiones toda sospecha de lisonja, pongo los elogios que dá á la nobleza bascongada el jurisconsulto Gutierrez (1). LLama á todos los cántabros generalmente (y entiende á los bascongados) caballeros hijosdalgo desde ab initio, recobradores de España y nobles de sangre. Y á toda la Cantabria la apellida con estos especiosisimos epitetos: dice que es nobilísima, belicosa y fuerte; hidalga in abstracto, restauradora de España, rio caudaloso de nobleza, vínculo de nobleza, solar indicativo y demostrativo de nobleza, antiquísimo seminario de la nobleza de España. Esto, que generalmente se dice de Cantabria, no solo cuadra á GUIPUZCOA, por ser una insigne parte de la esclarecida Cantabria, sino por otros mil títulos especiales. Ser guipuzcoano y ser hidalgo y noble, es una misma cosa, no solo dentro de la misma Provincia,sino tambien fuera de ella: siendo reconocidos sus naturales por las audiencias, chancillerias y consejos de nuestros Monarcas por caballeros hijosdalgo y tambien por todas las naciones del mundo. Y aunque mas de una vez la envidia ha querido oscurecer esta gloria de GUIPUZCOA con pleitos y demandas, solo ha obtenido que nuestros Reyes hayan mandado (2) que aun los originarios de Guipuzcoa sean declarados y pronunciados y los declaren y pronuncien por tales hijosdalgo en propiedad y posesion, por caballeros y nobles de sangre y de linage, que es la nobleza natural secundaria, y la mas apreciable. Ni esta es nobleza de los provincianos de aquellas que son privilegio y gracia de los Reyes y suponen principio y transicion de no ser nobles á serlo; porque nunca se halla en historias ni monumentos antiguos principio á esta nobleza Guipuzcoana, y los Reyes que han hablado en este particular siempre han declarado la posesion de esta preeminencia en los guipuzcoanos: no de otra suerte que cuando sedisputa la preciosidad á un diamante, el diestro lapidario no se la dá, sin declara la que tiene por sus brillantes fondos. Ni tiene la emulacion que cavilar sobre que es comun é indiscreta esta prerogativa; porque con esta verdad se compone que haya en GUIPUZCOA aquella distincion lustrosa y apreciable de clases diferentes, que hace á una República ser gerárquica y bien ordenada. La nobleza de que hablamos (3) es una fidalguia que viene á los hombres por linage: y en estos términos es general en GUIPUZCOA. Pero fuera de eso, no solo hay nobles, que heredan la hidalguia por origen inmemorial de los primeros antepasados, mas tambien de los progenitores intermedios, que por hazañas heróicas en paz y en guerra, por mar y tierra, por la defension de la patria y de toda España, ilustraron y arraigaron en sus casas con nuevos realces la nobleza heredada. Asi como en el firmamento el vulgo hermosisimo de los astros tiene la prenda comun de ser nobilísimo por su origen y antigüedad, por su belleza y brillante luz; mas no obstante, en aquella república de luceros se observa la admirable distincion de ser unos de primera magnitud, otros de segunda ó por mas resplandores, ó por mejores influjos, ó por mas

(1) Lib. 3, q. 17 desde el folio 231 hasta el 301.
(2) Puede verse en un decreto de Felipe III, en Madrid á 3 de febrero de 1610.
(3) Partid. 2, ley 3. tit. de los caball.

elevados, ó por otras prerogativas excelsas. Si queremos hablar de la lealtad y fidelidad constantísima de GUIPUZCOA á sus Reyes, á quienes profesó obligacion de obedecer, no hay ponderacion que alcance. Nunca en los siglos antiguos reconoció el yugo de algun imperio y mando forastero, manteniéndose árbitra de sus leyes, buenos usos y costumbres, aun cuando de su bella gracia estuvo unida á la corona de Navarra. Pero despues que por justas causas se agregó voluntaria- mente á la de Castilla, ha mantenido siempre á sus dueños legitimos una lealtad inalterable, sin desampararla jamás con pretesto alguno, ni del tiempo, ni del gobierno ni de malignas solicitaciones, ni de malos egemplos, ni de las mayores calamidades: siempre lealísima, fidelisima en el obsequio á sus soberanos, pudiendo ser el espejo mas cristalino de este honradísimo caracter y prenda. Nunca supo GUIPUZCOA dar sustos á sus Reyes por alterada, ni desconfianzas por tibia. Siempre se vió firme, siempre inmoble, mas que la roca Marpesia, en la lealtad; siempre finisima en los obsequios, en las asistencias de armas, dineros, personas, sacrificando en los alteres del honor y lealtad á su Príncipe la hacienda, la sangre, la vida. Cien veces alaban esto nuestros mismos monarcas en sus cédulas y provisiones, en que conceden á GUIPUZCOA especiales gracias, por los muchos é grandes é leales é particulares é continuos servicios que hace á sus Reyes. Empleais, dice el señor Felipe IV (1), vuestras vidas y hacienda en mi servicio y defensa de estos reinos, á que con tantas veras, prontitud y cuidado, hijo de padres y padre por hijo acudis, asi en la mar, como en la tierra, de que en una y otra parte han resultado tantos y tan buenos efectos en beneficio universal, no solo de vos la dicha provincia, sino de los demás mis vasallos, súbditos y naturales. Por esta lealtad nuestros Reyes encomendaron á solo el valor y vigilancia de los provincianos tantas veces el resistir á poderosos egércitos de Francia, el defender las ciudades cercadas de S. Sebastian y Fuenterrabia, correspondiendo ellos siempre feliz y finamente á estas reales confianzas. Esta lealtad es la que en varias ocasione ha hecho tomar las aramas á los provincianos, embarcándose unos, saliendo otros al socorro de sus Principes, y quedándose los restantes á defender el pais, de manera que cuantos eran capaces de tomar las armas, todos sin escepcion alguna, estaban voluntariamente alistados, como insignemente reconocida lo alaba la Reina doña Juana, en cédula que especifica otros insignes efectos de la lealtad provinciana. Ni yo puedo omitir, dejando los demás, el que engrandece Felipe IV en la provision mencionada, donde, á continuacion de las palabras citadas, dice que la provincia habia en aquella ocasion voluntariamente aprestado y armado de naturales suyos una escuadra de ocho galeones de guerra, para servir con ella donde por mí se ordenare.. Demás de lo cual algunos particulares con navios y bageles, que han armado y arman, han servido y sirven contra los enemigos de la corona y de la Fé Católica, con buenos efectos que se han seguido; esfuerzos á la verdad, que pres-

(1) A 30 de setiembre de 1625. Provision en que confirmó la merced de alcalde de Sacas.

cindiendo de la lealtad Guizpuzcoana, pudieran parecer correspondientes á otra potencia mas rica, estendida y poderosa. Pero la demostracion mejor de esta insigne lealtad de GUIPUZCOA es la confianza y segurida que nuestros Reyes han tenido de su grande fidelidad y del celo con que ha atendido al real servicio, sin la precision de sujetarse á órden alguna, que no sea directamente dimanad de la real persona. Los Principes y Reyes ponen en sus dominios lugartenientes y capitanes generales en los militar, á cuya órden y mandato estén todos los habitadores de ellos, sin fiar á nadie el sagrado de nombrarlos. Pero GUIPUZCOA es escepcion de esta comunes reglas, por que nuestros Reyes la han conservado aquella su rara preeminencia y antigua libertad de nombrar coronel, caudillo y cabo principal, que mande toda su gente militar en tiempos de guerra, sin sujeccion ni subordinacion alguna á los capitanes generales que el Rey nombra para el todo de la guerra, los cuales solo pueden dirigirle por via de aviso y no de precepto, y sin que este nombramiento necesite de confirmacion alguna de su Magestad como todo está declarado por nuestros Reyes (1). Por esta lealtad ha sido GUIPUZCOA tan atendida de los mismos Reyes, que causa admiracion ver los privilegios y gracias con que las han colmado: no habiendo, ninguno de nuestros monarcas que no la haya confirmado en la posesion de todas sus preeminencias: las que últimamente confirmó el Rey N.S. don Felipe V. (que Dios guarde), insertando todos los fueros de GUIPUZCOA en su provision real (2) que escrita en vitela se guarda en el archivo de la provincia. Ni es de olvidar el reciente favor de su Magestad en la ereccion de la real compañia de Caracas, en que fió á la habilidad, espíritu, esfuerzo y resolucion de los guipuzcoanos la empresa de hacer á todo el reino independiente de los estrangeros en una tan considerable, tan útil y tan importante rama del comercio. Pues qué diré del espiritu marcial y valor invencible de los guipuzcoanos por mar y tierra? marte no influye tanto en la produccion de fierro y acero de aquellos montes, cuanto influye valor y gallardia de espíritu en los pechos guipuzcoanos. Cederá el fierro á los golpes, y no cederá un guipuzcoano á los trabajos marciales. Diga la antigüedad lo que quisiere de unas y otras naciones guerreras y valientes, que ni con lo que pone de su casa, ó la fábula, ó el empeño de alabar todo lo que no vimos, son comparables al esfuerzo y valor de los provincianos. No hablo aqui de los cántabros antiguos, que fueron el terror de la señora del Orbe, Roma, escarmiento de sus cónsules y emperadores y son los padres y abuelos de guipuzcoanos: aun hoy se ven en su escudo los tejos con que solian quitarse la vida, por no rendirse esclavos: tan demasiado era el amor de su libertad y el horror á la dominacion estrangera: no hablo de ellos, por se tambien acreedoras á sus glorias otras provincias; quiero solamente renovar algunas memorias mas vecinas. Cuantas veces llenaron los provincianos á sus Reyes de palmas y laureles
(1) Philip. II á 16 de sept. de 1597. Philip IV. á 13 de marzo de 1636 y en otras dos ocasiones.
(2) De 28 de febrero de 1704.

por su esfuerzo, animosidad y valor? El año de 1359 entró amenazan do ruina á toda la provincia el vizconde de Anay con un formidable ejército de franceses y navarros. Saliéronles al encuentro en Beotivar, junto á Tolosa, no mas que ochocientos guipuzcoanos, los cuales, valiéndose de las estrechuras del sitio y de su industria y valor, desbarataron el ejercito todo, que constaba de sesenta mil hombres. Recurren aqui los incrédulos á errata en el número, como si un Rey de Francia y Navarra no pudiera haber puesto tan grande ejercito, ó el número de seis mil pudiera llamarse formidable y bastante a arruinar la provincia, ó no estuvieran acostumbrados pocos guipuzcoanos á desbaratar millares de enemigos; siendo parecidos á aquel capitan determinado que, diciéndole que eran muchos los enemigos, respondió: muy bien está, con eso matarémos mas: tanto, inquit, plus gloriæ re- feremus, quoniam plures interficiemus.(1) Seis solos guipuzcoanos bastaron el año de 1522 para detener mucho tiempo á mil franceses, con su jefe monsieur de Chanfarron, que iban determinados á asolar á Irun; pero llegando luego mas gente, quedaron escarmentados, fugitivos unos, muertos otros, y el mismo jefe mortalmente herido y prisionero. No pudieron ser muchos los guipuzcoanos que en las tierras de Velate y Leizondo salieron al encuentro al ejercito de franceses, que á toda prisa se retiraban del cerco de Pamplona, que defendio con estremado valor el duque de Alba, primer virey de Navarra: y no obstante, los embistieron con tanto valor y esfuerzo, que haciéndoles considerable daño, les quitaron toda la artilleria que llevaban, y son las doce piezas que ostenta GUIPUZCOA en su escudo de armas, por voluntad de la señora reina doña Juana. Léese en las cédulas de nuestros monarcas que confederados Francia y Portugal por los años de 1474 contra los católicos Reyes don Fernando y doña Isabel, entró el portugués con mas de veinte mil hombres por la Estremadura, y el frances por GUIPUZCOA con cuarenta mil combatientes, á cargo de Aman, señor de Labrit. Pero en tan grave riesgo, GUIPUZCOA, con solo sus naturales, no solo defendió á Fuenterrabia y San Sebastian, haciéndoles alzar el sitio y retirarse con ignominia á su reino, mas tambien envió á Castilla dos mil hombres para el recobro de las ciudades que tenian la voz de Portugal; con cuyo socorro se descercó el castillo de Burgos y se desbarató el ejército portugués en la batalla de Toro. Quién sabrá ponderar el valor incomparable con que los provincianos han defcndido tantas veces á Fuenterrabia de los ejércitos de Francia? Hicieron inmortal su nombre y fama el año de 1637, en que cercando la ciudad por mar y tierra el principe de Condé con todo el poder de Francia, los guipuzcoanos, aunque desprevenidos por la invasion repentina, la defendieron con tan valerosa resistencia, esfuerzo y valor, que bastára en los siglos de Troya á acreditarlos de héroes y semidioses. Hasta las mugeres parecieron valientes compañeras de Belona y decidieron la duda de si hubo amazonas en el mundo; pues aunque se nieguen en el Thermoboonte, donde puso su habitacion la antigüedad, ya es notorio á todos que en la partida del valor marcial hubo

(1) Plutarch. in Laconicis.

amazonas guipuzcoanas que supieron manejar las armas, jugar el acero y defender la brecha, muriendo y matando con horrible estrago de sus enemigos. Si paso de la tierra al mar, aqui es donde aun mas gloriosamente sobresale el valor guipuzcoano, aqui su corazon imperturbable, aqui su maravillosa destreza y arte, admirada de todos los estrangeros. Guipuzcoanos fueron los que, atravesando por tempestad los mares, dieron noticia al argonauta Colon de nuevos mundos y tierras que habian descubierto. Guipuzcoano fué el primero que ejecutó la mayor hazaña de dar vuelta á todo el mundo con su nave Victoria. Guipuzcoanos son los que en una despreciable lancha atraviesan las inmensas ondas del Océano y llegan á Cádiz con estupor de cuantos lo ven. Los que hoy se precian de señores del mar no temen otra cosa mas que la aspa borgoñona en la bandera de GUIPUZCOA; por que esa no sabe rendirse, siempre acomete, intenta siempre el abordo, y logrado consigue siempre el triunfo. Confesó el inglés y holandés que era invencible la capitana de España con el grande Oquendo, aquel que supo descalabrar con solo su navio las armadas combinadas de uno y otro enemigo, y aprendieron en su mismo escarmiento lo que era ser almirante un guipuzcoano. Ya no me admira lo que yo mismo oí con gusto á varios oficiales del regimiento de Naciones, hallándose en GUIPUZCOA, y es que no tenian envidia de otra nacion, mas que de aquel ángulo montuoso de España; porque estos montes (y aplicaban á GUIPUZCOA lo que Pacato dijo de España en el Panegírico de Teodosio) estos montes han producido y producen tantos soldados, tantos capitanes, tantos hombres sábios, jueces, consejeros, ministros de Reyes, por que no solo en las lides de Marte y campañas de Neptuno, mas tambien en las de Minerva ha sido felicísima GUIPUZCOA.
No hay colegio mayor en España donde no se hayan visto sobresalir de sus nacionales sujetos eminentes. De estas insignes oficinas de sabiduria y gobierno han salido con frecuencia á las cátedras que han regentado con ingenio y magisterio escelente á las togas que ilustraron con rectitud y prudencia consumada, á las mitras que han consagrado con su insigne virtud y santidad. Esta voz última es la que me presenta la mayor gloria de GUIPUZCOA. No solo en la tierra, no solo en el mar, mas tambien en el cielo es la provincia mas sobresaliente, porque es hijo suyo, y guipuzcoano, el grande S. Ignacio de Loyola, su patrono. A GUIPUZCOA debe el mundo este atlante de la iglesia, que mantuvo y mantiene en sus hombros tanto cielo esmaltado de astros A GUIPUZCOA debe el mundo este Hércules de la gracia que cortó sus cabezas á la hydra del Averno y convirtió el mismo mundo en un amenisimo paraiso de virtudes. A GUIPUZCOA debe el mundo la conversion de nuevos mundos en el Oriente y Occidente. A GUIPUZCOA debe el cielo tantos mártires y señaladísimos confesores, que bebieron del espíritu de Ignacio, porque es de GUIPUZCOA Ignacio. Pero esto baste haberlo acordado, que el ponderarlo es asunto de plumas querúbicas. Entre tantos y tan gloriosos timbres, hace á mi entender admirable labor la generosidad con que V.S.I. costea y manda dar á la luz pública este Arte de su anciana y primorosa lengua. Con esto muestra V.S.I. que su generosa providencia no omite rayo alguno que pueda entrar en la

rueda de su esplendor y de que su gloria es un sol que no se permite desmayos de luz, ni aun los menores deslucimientos ó manchas, no solo verdaderas sino figuradas á ojos tardos. Por solo este lado presumia la emulacion ó la crítica mal entendida deslustrar si pudiese tan grandes esplendores. Desacreditaban el bascuence de lengua inculta, bárbara incapaz de arte y primor, y por aquí pretendian hallar algun vacio de luz en el honor de V.S.I. Pero ahora queda desmentida esta vulgaridad con la demostracion que hace V.S.I. de que es la lengua mas culta, elegante y armoniosa. Otras lenguas tuvieron sus niñeces, imperfecciones y rudezas de que aun no han podido eximirse bien cuando adultas: el bascuence siempre fué lengua adulta y perfecta, como sugerida en fin del mismo Dios en la division de las lenguas, y una de las setenta y dos primitivas y matrices. Entre el bascuence y otras lenguas que hoy se precian de cultas hay la diferencia que hubo entre la formacion de Adan y sus descendientes. Otras lenguas son formadas por el ingenio y gusto de los hombres, y por eso susceptibles de ages, yerros é inconsecuencias, efectos de achacoso origen. El bascuence fué lengua formada por solo el ingenio de Dios, que como infinitamente perspicaz se la imprimió á los primeros padres del bascuence, tan bella, tan ingeniosa, tan filosófica, consiguiente, cortés, dulcísima y con otras prendas propias de una lengua de tan honrado principio. Todas estas prendas espero se harán patentes á quien leyere este ceñido libro, cuya formacion se ha dignado V.S.I. fiar á mi cuidado, no sin confusion de mi cortedad, mezclada con un filial produndo reconocimiento del favor que recibe: bien que me queda el consuelo de que el mismo ser mia esta obra, podrá contribuir á la estimacion y concepto del bascuence, pues si aun mi cortedad pudo descubrir en esta lengua tan grande arte y armonio, fácilmente se podrá inferir lo que será cuando emprenda este asunto ingenio mas feliz que sepa penetrar ó descubri con mas acierto el arte con que la formo su primer autor. Goze V.S.I. el fruto de esta su providencia generosa, mientras yo ruego al Altísimo prospere y guarde á V.S.I. en su mayor grandeza y gloria hasta el fin de los siglos.

Hijo el mas rendido de V.S.I.

IHS

Manuel de Larramendi.


Aprobacion del doctor D. José de Larumbe, Colegial del Viejo de S. Bartholomé el mayor de la Universidad de Salamanca, del Gremio y Claustro de la Universidad, y su Catedrático de regencia de Artes, Canónigo Magistral de la S. Iglesia de Ciudad Rodrigo, y al presente Canónigo Lectoral de la Santa Iglesia de Salamanca.

Por comision de los señores doctores D. Juan Antonio de Oruña Calderon, doctoral de esta Santa Iglesia, del gremio y claustro de esta universidad y catedrático en ella, y D. Francisco Santos Bullon, penitenciario de dicha Santa Iglesia, gobernadores, provisores y vicaios generales de este obispado, Sede vacante; he visto el libro intituladoEl imposible vencido y Arte de la lengua Bascongada, que quiere dar á luz el R.P. Manuel de Larramendi, maestro de teologia en su real colegio de la Compañia de Jesus de esta ciudad; y como yo, aunque práctico en la lengua, era uno de los muchos que juzgábamos por imposible la empresa, viéndola ahora practicada con acierto y con primor, confieso que la obra se merece bien el título, y que sabe vencer imposibles el singular ingenio de su autor, cuyo segundo acierto es consagrar en obsequio de la tierra en que nació los primeros frutos de sus estudios, siendo los que aplicó á esta idea de muy breves ratos, que pudo usurpar á mas altas tareas; pues en la cátedra de teologia, que años ha regenta y en el púlpito, á que le precisan sus talentos y los molestos encargos en las funciones mas plausibles, ha sabido merecerse universales aplausos de este teatro tan sábio y crítico: porque son tan sobresalientes sus prendas para uno y otro ministerio, que solo deja la duda, si en alguno se excede á sí mismo. En Salamanca en solo el nombre del autor se lleva su aprobacion el libro; en otras partes, el libro acreditará á su autor de mas que sábio; pues sabe dar á luz en arte una lengua con tal órden, reglas, claridad y distincion, cual no logran otras muy preciadas de cultas, y tenidas por arregladas, despues de haber cansado muchas prensas en sus artes y gastado siglos en su pulimento. Mucho debe el Rmo. Larramendi á la Cantabria, que le dió tan singulares prendas de igualdad de sentidos y potencias sumamente perspicaes; pero mas le debe su misma provincia, haciendo demostracion de que no solo lleva sugetos habilisimos para las letras, armas, gobierno y marina, como confiesan todos, sino que su lengua es tan culta, ordenada, copiosa y armónica como la mas perfecta; y no hallando en el Arte cosa que desdiga de la ´fé y buenas costumbres, lo juzgo muy digno de que se dé á la estampa, sal meliori, etc.


Doctor D. José de Larumbe.

Licencia de los provisores.


Nos los provisores y vicarios generales de esta ciudad y obispado, Sede Episcopali vacante, etc. Por la presente damos licencia al Rmo. P. Manuel de Larramendi, maestro de teologia en su real colegio de la Compañia de Jesus de esta ciudad, para que pueda imprimir el libro intituladoEl imposible vencido y Arte de la lengua Bascongada, por cuanto está visto y examinado de nuestro mandato, y no contiene cosa alguna contra nuestra Santa Fé y buenas costumbres. Dada en Salamanca á 1.° de Julio de 1729.

Doctor, D. Juan Antonio
de Oruña Calderon.

Doctor, D. Francisco
Dias Santos Bullon.

Por mandado de sus Señorías

D. Miguel Antonio del Pozo.


Aprobacion del Lic. D. Juan Domingo de Arzac y Echeveste, rector, que fué, y colegial en el viejo de S. Bartolomé mayor de esta universidad de Salamanca, y opositor por él á las cátedras de teologia y propiedad de artes y catedrático de regencia en ella.

Mándame V. A. leer el arte de lengua bascongada, que con título del Imposible vencido quiere sacar á luz el Rmo. P. Manuel de Larramendi, maestro de teologia en su real colegio de la Compañia de Jesus de Salamanca; y en su precepto me anticipa V.A. el gusto de ver mi lengua nativa reducida á reglas, y tan conforme á ellas, que no tiene que envidiar á otra alguna, ni cultura ni consonancia, ni belleza. Y si todas las cosas deben á la luz mucha parte de su ser, pues sin ella no se lograria su hermosura y perfecciones, mucho debe la lengua bascongada al Rmo. P. Larramendi, cuyo ingenio pudo descubrir y hacer patentes los primores de esta lengua, que padecia la nota de inculta y hoy se puede gloriar de muy perfecta. Creyera yo que el autor habia aplicado toda la capacidad de sus prendas y talentos en idear y egecutar obra tan dificil, y que sale tan primorosa, si no supiera que solo dedicó á ellas los desperdicios del tiempo que le permiten las tareas de su magisterio, en que se emplea con los créditos que Salamanca sabe y plubica, sin negarse á repetidas funciones del púlpito, donde logran sus singulares talentos universales aclamaciones, arrastrando su nombre nomerosos concursos en teatro tan crítico, que siempre le oye gustoso. Y aunque su ingenio y estudios nos prometen asuntos y empeños mas elevados, bien que no mas dificultosos, agradecido comienza á enseñar por donde comenzó a prender, pagando con
tantas usuras á su Cantabria desde la cátedra el lenguage que le enseñó en su cuna. Por lo cual juzgo que debe V.A. darle la licencia que pide, salvo meliori,etc.

Lic. D. Juan Domingo de Arzac,
y Echeveste.

Licencia del Consejo

Don Miguel Fernandez Munilla, secretario del Rey N.S., su escribano de cámara mas antiguo y gobierno del consejo.
Certifico: que por los señores de él se concedido licencia al P. Manuel de Larramendi, de la Compañia de Jesus, para que pueda imprimir un libro intitulado: El imposible vencido y arte de la lengua bascongada, compuesto por él mismo, guardando en la impresion lo dispuesto por las leyes y pregamáticas que sobre ello tratan. Y para que conste, doy la presente en Madrid á 2 de Julio de 1729.

Lic. D. Miguel Fernandez Munilla.

Licencia de la religion.

Juan de Villafañe, de la Compañia de Jesus, prepósito provincial de la provincia de Castilla. Por particular comision que para ello tengo de N.M.R.P. Miguel Angel Tamburini, prepósito general de la dicha Compañia, doy licencia, para que se pueda imprimir un libro intitulado: Arte de la lengua bascongada, compuesto por el P. Manuel de Larramendi, de la misma Compañia; el cual ha sido examinado y aprobado por personas doctas y graves de nuestra Compañia. En testimonio de lo cual doy la presente, firmada de mi nombre y sellada con el sello de mi oficio. En este real colegio de Salamanca á 13 de Mayo de 1729 años.
JHS.
Juan de Villafañe.
JHS.
Andres de Zárate,
Secret.




PROLOGO.


Hasta ahora ban tenido por imposible reducir á método y reglas el bascuence, no solo los ignorantes, sino tambien los doctos, no solo los estraños, sino tambien los propios, y aun el dia de hoy hay mil incrdúlos que jozgan que Artey del bascuence son términos implicatorios, mas que los del hircocervo. Semejantes engaños son comunisimos en otras materias. Unos quieren que sea imposible lo que aborrecen y no pueden ver; otros ciñen deniasiado los límites de lo posible, midiéndolos con su corto alcance: otros en fin llaman imposible á lo que pide aplicacion, estudio y trabajo. Pero en este particular del bascuence ya es preciso que unos moderen su voluntad, que otros condenen su corto alcance, y que otros en el estudio laborioso reconozcan una especie de omnipotencia. Labor improbus tmnia vincit: pues de cualquiera de aquellas fuentes que haya nacido la persuasion de ser el arte del bascuence un gran inposible, se convence con el hecho mismo de muy falsa; y por otra parte queda descubierta la oportunidad del titulo, que pudiera aparecer arrogante. Si llaman imposible á una gran dificultad, la confieso desde luego, y que sobre lo dificil que es disponer arte de cualquiera lengua, en la nuestra, por lo singular de su artificio y por no estar sendereado el camino, son tan de bulto las dificultades y embarazos, que no me admiro que cuantos en algun tiempo tuvieron pensamiento de componer arte de ella, aterrados desistiesen de la empresa. No he tenido guia que va

II.


ya delante y me dirija; me ha sido preciso romper el camino en que apenas pueden servir las ideas de otros artes mas que para el cotejo, porque el bascuence es una lengua que congenia poco con las otras. Qué reflexioes, qué examenes, qué puntualidades, qué diferencia de dialectos fué preciso observar con el cuerpo de la lengua que es comun á todos! Es obra de muchos años, no solo por las dificultades intrinsecas, sino tambien porque ha podido ser el principal asunto de mis tareas. El impulso que me hizo empeñar en estudio tan espinoso, no fué sola la pasion de ennoblecer é ilustrar nuestra lengua y por este lado acreditar á la patria. Fué otro mayor y mas propio de mi caracter, y consiste en el gran bien y utilidad que espero se ha de seguir á todo el pais del bascuence. Alli es necesaria esta lengua, sirviendo muy poco el romance para el comun de la gente: por otra parte, se ignoran sus primores, frases, construccion varia y oportuna, ó hay muy corta noticia de esto. De donde nace que comunmente no se predica con la elocuencia y eficacia de que es capaz la lengua; que son pocos los que se aplican á este ministerio; que otros se amedrentan con la dificultad que no se esplica, como se debiera, la doctrina cristiana; que no hay libros que sirvan para estos importantes ministerios; que nadie se atreve á traducirlos de otra lengua. Pero habiendo ya arte con método y reglas fijas, y luego diccionario que, siendo Dios servido, se dará tambien á la luz pública, se ocurre á esto inconvenientes y podrán fácilmente los predicadores, misioneros, señores curas y otros celosos del bien de las almas, cumplir con sus obligaciones. Y esto baste para aquellos que hasta ahora han medido las utilidades de mi trabajo con su aprension sola ó tambien acompañada. Despues de esto pocas cosas tengo que advertir á los bascongados que leyeren este Arte. La primera es que no he podido corregir algunos defectos que reconozco en esta obra, por estar lejos del país, donde pudiera instruirme mas. La segunda, que no se contenten on leer uno ú otro punto del Arte, sino que le lean y con reflexion desde el principio hasta el fin, si quieren hacerse cargo de las reglas y de su conexion; porque lo que se esplica en la primera parte está dependiente de la segunda y tercera, y tambien al contrario. La tercera, que en todo caso observen que la construccion ó sintaxis del bascuence, comparada con la de otras lenguas es pospositiva: observacion de cuya falta ha nacido parte de la gran dificultad de componer Arte bascongado. Dice el romance, v.g.: para aquel, que lo come, donde preceden al verbo el articulo para del dativo, el pronombre aquel, el relativoque, y el artículo lo, que aqui es de acusativo y despues se sigue el verbo. Construye el bascuence: jatenduenárentzat, que siendo composicion de varias voces, parecen una sola. En ellas precede el verbo jaten-du en que se embebe el acusativo lo: síguese el relativo en ó ená, jatenduená, y despues del pronombre con su articulo 'arentzat, para aquel: y por la distincion se pudiera escribir: játen-duén-arentzát. La cuarta, que en las conjugaciones transitivas, especialmente del verbo neutro, pongo algunos romances impropios y no usados, solo por esplicar todo el sentido de la inflexion bascongada, y no porque se puedan ó deban usar. Esta gramática del bascuence contiene tres partes: La primera trata de las declinaciones del nombre y pronombre; de las conjugaciones absolutas y transitivas del verbo activo y neutro; del verbo pasivo y de otros varios verbos determinables é irregulares. La segunda enseña sintaxis ó construccion con todos sus constitutivos. La tercera contine la prosodia, donde se esplican los acentos y modos de pronunciar del bascuence.


PRIMERA PARTE.

CAPITULO I.

Del nombre, de sus artículos y de su declinacion.

La euscára, escuára, eusquéra ó bascuence, no tiene multiplicidad ni confusion de declinaciones, porque aunque los nombres tengan muchas y diversas terminaciones mas en la variedad y diferencia de los casos, no se atiende á los nombres sino á los artículos, como en romance, francés y otras lenguas. Hay dos diferencias: La 1.ª que los artículos en estas lenguas son prepositivos ó antepuestos al nombre; pero en el bascuence son pospuestos ó subjuntivos. La 2ª que en las demás lenguas el número singular y plural se distinguen, no solo en los artículos diferentes, sino tambien en que añaden al plural una ó dos letras mas, v.g: hombre, hombres, oracion, oraciones:pero el bascuence tiene al nombre invariable y solo el articulo hace la diferencia del singular y plural, v.g: guizon-á guizón-ac. Es verdad que aunque el artículo es pospuesto, distinto y separable del nombre, siempre se pronuncia como final ó parte del mismo nombre, como se esplicará en la prosodia. Siendo, pues, el articulo el gobierno de los nombre y pronombre es necesario tener bien conocida su indole y declinacion.
Despues hablarémos del pronombre y de sus artículos.


§1.

De los artículos del nombre y de su declinacion.

El nombre ó es apelativo ó es propio y ambos tienen su distincion en los articulos que hacen la diferencia de los casos. El articulo de todo nombre apelativo se declina asi:

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SINGULAR

PLURAL

C. á, ác—el, la. C. ac—los, las.
N. áren, árena—de, de el, de la. N. en, ena, enac—de los, de las.
D. ari, arentzat—á,para. D. ai, entzat—á,para los, las.
Ac. á—el,la. Ac. ac—los, las.
V. ó,á V. ó,á
Ab. aréquin—con el, con la. Ab. acquin—con los, con las.
agátic—por el, por la. acgatic—por los, por las.
agábe—sin el, sin la. acgabe—sin los, sin las.
án, eán, ágan—en el, en la. etan—en los, en las.

Para mayor claridad é inteligencia observarás:lo 1° que este articulo es comun á todos los nombres que en otras lenguas llaman masculinos, femeninos y neutros, de que hablaremos en el capitulo último de esta primera parte. Dicese guizon-á el hombre, emacumé on-á la mujer buena.
Lo 2.° el nominativo de singular tiene dos artículos á, ác, que no pueden usarse promiscuamente, porque el primero sirve á los verbos neutros y pasivos: jaun-á dátor, el señor viene; hume-á il da, el niño se ha muerto: el segundo sirve á los activos: jaun-ác emandit, el señor me lo ha dado; hume-ác artzendu, el niño lo toma, ambos artículos acentuados agudamente, y en esto se diferencia el artículo ác del singular, del ac plural, que no tiene acento agudo. Y advierto que cuando digo que una silaba se acentúa ó tiene acento hablo del agudo y nunca del grave ni circunflejo.
Lo 3.° el genitivo tiene dos articulos: el primero y propio suyo es arén, que significa posesion y sirve cuando viene en la construccion con algun sustantivo ó adjetivo que hace veces de sustantivo: v.g., ait-arén seme-á, guizon arén ederrá. El segundo es atirculo compuesto aréna del articulo propio del genitivo arén, y del primero del nominativo á, como lo es en romance el artículo de el, de la: y como en romance unas veces tiene lugar el de, otras el de el, asi en bascuence unas veces es arén cuyo uso está ya esplicado, y otras veces aréna,y su uso tiene lugar cuando el genitivo de posesion ó viene solo, como cuando se responde, norená da?, ó cuando viene separado del sustantivo,v.g. aitaréna da zaldi ori. Y si el sustantivo es plural, el genitivo es arénac, v.g. aitarénac, dirá.
Lo 4.° el acusativo es como el nominativo con su primer artículo á y no con el segundo, v.g. edáten-det urá, yo bebo agua, itzali-núen arguiá, yo apagué la luz. Lo mismo sucede con el vocativo, que es como el nominativo, agó igilic berritsu-á, y cuando se omite el articulo pospuesto, suele anteponerse una de estas dos vocales, á, ó, á guizon, ó mutil gaisto-á.

Lo 5.° cuatro articulos pongo al ablativo; pero no son puramente artículos, como en romance tampoco lo son los correspondientes, sino juntamente posposiciones que corresponden á las preposiciones latinas

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y castellanas de las que se hablará en la Sintaxis. Lo mismo digo de los artículos del ablativo de plural. Y hablando en particular del agábe, advierto que frecuentemente pierde la a inicial, que es el articulo del nominativo, y sucede en las nismas circunstancias en que del articulo sin el, sin la del romance se deja el y la, v, g. sin pan, sin luz, ogui-gabé argui gabe.
Lo 6.° en los articulos del plural hay que observar que el ac del noninativo no se acentúa, como el ác del singular; y asi se dice guizon-ác en singular, y guiz6n-ac en plural. En el genitivo hay estos articulos: en, ena, enac. El primero es propio suyo, y sirve cuando se acompaña inmediatamente de otro nombre, v. g. Cerú-en edertasúna, la hermosura de los cielos; el segundo, cuando viene solo el genitivo, ó separado del otro nombre de quien se rige, siendo este singular, v. g. de quién es esta casa? norená da eche au? guizón-ena, de los hombres, y tambien eché au da guizón-ena. El tercero sirve en las mismas circunstancias que el segundo; pero siendo plural el nombre de quien se rige el genitivo, v. g.: estas casas de quien son? norénac dira eché oiec? y se responde: guizón-enac, de los hombres.
Finalmente, se ha de advertir que este artículo comun del nombre es por si solo pronombre de la tercera persona, especialmente en singular, y corresponde propiamente al artículo griego ho, he, to. Digo especialmente en singular, porque en el plural añade, cuando pronombre, alguna silaba mas, como se verá en su lugar. Y además, asi en el singular como en el plural, hay su diferencia de acentuarse, porque siendo artículo se acentúa aréna, y pronombre arená: artículo aréntzat, y pronombre aréntzat, etc.
Despues de estas esplicaciones es muy fácil declinar cualquier nombre apelativo; pero sirva de ejemplar para todos el siguiente:

SINGULAR

PLURAL

N. Jaun-á, Jaun-ác—el Señor N. Jáun-ac.
G. Jaun-arén, Jaun-aréna. G. Jáun-en, Jáun-ena, Jáun-enac.
D. Jauna-ari, Jaun arentzat. D. Jáun-ai, Jáun entzat.
Ac. Jaun-á. Ac. Jáun-ac.
V. á Jaun-á V. á Jáun-ac.
Ab. Jaun aréquin, Jaun-agátic. Jaun-agábe, Jaun-agán. Ab. Jáun-,acquin, Jáun-agatic. Jáun acgabe, Jáun etan.


§II.

De otros artículos del nombre.

Ademas de los artículos esplicados, tiene el bascuence otros especiales para todo nombre apelativo que no tienen el romance ni otras lenguas. En el nominativo y acusativo de singular tiene otros dos artículos, íc, ríc que sirven con frecuencia, especialmente en ciertos mo de hablar, como cuando preguntamos ó negamos alguna cosa. No se usan ambos promiscuamente, sino una veces uno y otras veces otro. Sea, pues, la regla, que si el nombre se acaba en consonante,tiene lugar el ic, v.g: mutil, guizon se acaban en consonante, y por eso mitilíc eztagó, no hay ningun muchaco, guizonic aguerí eztá, no parece hombre alguno. Pero si el nombre se acabare en vocal, solo tiene lugar el ríc, v.g: oguí, burú se acaban en vocal, y por eso badezú oguiríc? tienes algun pan? bururíc eztú, no tiene juicio.
En el genitivo hay otros dos articulos que sirven cuando el genitivo no es de posesion, y son az, zaz, cuyo uso es que el primero se añade al nombre, acábese en vocal ó consonante: jaincoáz, oroitzen eztá, no se acuerda de Dios; astú dá beré buruaz, se ha olvidado de si mismo: el segundo se añade al artículo propio del genitivo arén, v.g:jaincoarénzas, buruarénzas, y tiene la misma signifiacion. Y este segundoes el que sirve en el genitivo plural, v. g: jáunenzas, y no el primero, porque jaunáz es del singular.
En el mismo genitivo hay otros dos articulos especiales, que aunque corresponden al de castellano, no significan posesión, y mas parecen del ablativo: estos son z, ez. Pongo ejemplo: saturatus pane, harto de pan; cinere oppletus, lleno de ceniza, se traducen asi: oguiz ase-á, autsez beteá.. La regla para su uso es que si el nombre se acaba en consonante tiene lugar el articulo ez,v.g: auts, cillár,berún, autsez, berunéz, cillaréz, de polvo, de plata, de plomo: si el nombre se acaba en vocal, tiene lugar el mismo articulo ez, y mucho mejor y mas usado el articulo z, que se añade á la última vocal, v. g: arrí, burú,escú, arriz, burúz, escuz.
De aquí se puede conocer fácilmente que no tienen otro origen los patronímicos castellanos acabados en ez, v.g, Rodriguez, Martine, Perez, Sanchez, etc. que el que se toma del artículo ez del bascuence. La razon es porque esos patronímicos significan el de, que traen comunmente los demás apellidos, Rodriguez de Rodrigo, Martinez de Martin, Perez de Pero ó Pedro, Sanchez de Sancho, y asi de los demas. Pues es claro que el ez en esa significacion no puede ser sino el artículo pospuesto ez del bascuence, que en romance se construye con el de. Digo el artículos ez, y no la negacion ez, porque la negacion comunmente cae sobre el verbo ó sobre la accion verbal que se niega, y no sobre el nombre: y aun cuando parece que cae sobre el nombre,siempre se antepone, v.g. ez guizón, ez andré, ez ecér, y si si pospone hace diccion á parte, y nada de esto sucede con el ez de los patrononimicos; y por consiguiente es el articulo ez pospuesto del bascuence. Y en esto sucede á los bascongados una cosa particular, y es que habiendo dejado á los castellanos para sus apellidos patronimicos el artículo ez, ellos han tomado para casi todos sus apellidos el articulo de del romance, y asi dicen Manuel de Garagorri, Miguel de Vildosola, Francisco de Veroiz, etc., pudiendo haber retenido su ez pospuesto, Garagorriez, Vildosolez, Veroizez, como siempre lo retuvo el Idiaquez, aunque aun á este apellido anteponen el de del romance.

Tambien sirve al ablativo con frecuencia el articulo az, y es posposicion,

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cion, que corresponde á la preposicion de ablativo con, v.g.: espatáz, maquilláz jo-deu, il-zuen.
Finalmente, hay otros articulos en varios casos del singular y plural, que pertenecen á los otros dialectos del bascuence: asi, por jaun-aréntzat se dice jaun-aréndaco: por jaun-aréquin, jaun-agáiz, jaun-aréqui; por jaun-agátic, jaun-agáiti; item por jaun-agátic, jaun-aréngatic, y por jaun acgatic, jáun-engatic, precedido el articulo gátic del genitivo del nombre singular ó plural: por jaun-agabe ó jaun-gabe, jaun-abágue. Item en el plural, por jáun-ac, jáun-ec: por jáun-ai, jáunei. Y pues he hecho mencion de los dialectos, quiero antes de pasar adelante esplicar aqui brevemente lo que son en el bascuence.


§III.

De los dialectos del bascuence.


El dialecto en una lengua no es otra cosa que una nota, diferencia ó caracter distinto de la misma lengua, que no le estilan todos los que hablan aquella lengua, sino que se habla en algunos parages ó provincias determinadas. Pues como el griego, v.g. entre otros menores dialectos tiene ó tuvo cuatro principales, el Dórico, Eólico, Jónico, Attico, asi el bascuence tiene el dialecto Guipuzcoano, del Señorio ó Vizcaino, y Navarro ó Labortano, que comunmente es uno mismo, aunque hay bastante mezcla de los demas dialectos; y es tambien lo que sucede en Alava, que participa de todos ellos, mas ó menos sincopados y variados. La diferencia está que los dialectos del bascuence son muy arreglados y consiguientes, como inventados con estudio, discrecion y oportunidad, lo que no tenian ni tienen los dialectos griegos y otros en otras muchas lenguas. Y como el griego tiene aquel cuerpo de lengua que llamaban comun, asi tambien el bascuence tiene su cuerpo de lengua comun y universal á todos sus dialectos. Este cuerpo del bascuence incluye todos los nombres y verbos tomados en si mismos, esto es, tomados como declinables y conjugables, y todas las demás partes de la oracion, todos los modos del infinitivo, etc. en que no hay diferencia alguna. Los dialectos, pues, se reducen á las declinaciones del nombre y pronombre que consisten en los articulos y á las conjugaciones del verbo que consisten en terminaciones ó inflexiones diferentes, y se pondrán en su lugar.
Pues como no solo se llamaba griego el que hablaba algun dialecto particular suyo, sino mucho mas el que no estaba atado á ninguno, usaba todos los dialectos en la ocasion, asi tambien se ha de llamar bascongado, no solo el que habla el dialecto guipuzcoano, ó el bizcaino ó el navarro y labortano, sino tambien y con mas razon el que hace familiares suyos á todos los dialectos. De estos últimos seré yo en adelante: y tengo buena pauta en Quintiliano, el cual hablando (Insitut. Orator. lib. 1. cap. 9 circa finem) de varios como dialectos de la lengua latina, dice que todos los tiene por romanos y {pt|consiguien-|consiguientemente}} por buenos y dignos de usarse: lo cual dice tambien de algunos vocablos pegadizos. Taceo de Tuscis, et Sabinis quoque: nám uteo sermone utentem vectium lucilius insectatur, quiemadmodum pollio deprehendit in Libio patavinitatem: licet omnia Italica pro romanis habeam. PLurima gallica valuerunt, ut rheda, ac petorium quoque: quorum altero Cicero tamén, altero Horatius utitur et mappam quoque usitatum circo nomen, pœni sibi vendicant, et gurdos (leqe burdos) quos pro stolidis accipit vulgus, ex Hispania duxise originem audivi. Lo que aqui refiere Quintiliano sucede á muchos bascongados que solo tienen por buenos y elegantes los dialectos de su provincia, y es enfermedad comun de los que hablan cualquier lenguage que admite muchas variaciones segun la variedad de las provincias en que se habla. Pero es enfermedad de la pasion que debe curarse con dos onzas de razon y de inteligencia. Ya veo que la curacion no es fácil, pues aunque es una dosis tan corta, es receta que vale mucho y cuesta mas, ni tiene el vulgo caudal para tanto. Yo seguiré en este punto el juicio de Quintiliano, que todos los modos de hablar de las provincias de Ilalia los tenia por romanos, y asi yo tengo tambien por bellísimos a todos los dialectos del bascuence, no solo por que son propios y no pegadizos de otra lengua, sino mucho mas por que son muy arreglados y consiguientes y con raices fijas y seguras. En el discurso de este Arte se irán poniendo los dialectos en sus lugares.

§IV.

Declinacion del nombre acompañado.


Los nombres apelativos, y lo mismo se dice de los propios, se suelen tambien declinar acompañados y se rigen por los mismos artículos del nombre que quedan esplicados; pero de manera que aunque se multipliquen los adjetivos, no por eso se multiplican los artículos, sino que uno basta para el régimen de todos, y ese siempre pospuesto al último; v.gr., guizón edér galant-á.De manera que como en romance un mismo articulo rige muchos nombres, la agua clara, limpia, delgada, sin repetirse el articulo la agua, la clara, la limpia, asi tambien sucede en el bascuence. Apuntaremos solo un egemplar.
Nom. ur garbi-á, ác,
Gen. ur garbi-aren, etc.
Dat. ur garbi-arí, etc.

De aqui se conoce que yerran los que piensan que en bascuenco todo nombre se acaba en á, error en que estuvieron Garibay y Echabes y otros muchos que ciertamente son inescusables, pudiendo facilisimamente haberse desengañado con egemplares óbvios y con toda la construccion bascongada, que antes bien son pocos los nombres que se acaban en a. Pues por qué cuando se pregunta que hay por luz, por pan, por mano, se responde argui-á, ogui-á, escu á? Es por que no hay costumbre de responder con solo el nombre sino acompañado con su articulo pospuesto, que se pierde con frecuencia en la construccion: asi, si en romance se respondiera la mano, la piedra, la cabeza, la simpleza, empezarian por la: el hombre, el calor, el frio empezarian por el, y todo genitivo empieza con de. Siendo esto asi, algunos hay tan insulsos que ponen por nulidad al bascuence el que sus nombres todos se acaban en á. Ya queda convencido de falso el asunto, si se habla de los nombres por si solos, y si de los artículos, unas veces se acaban en á, otras en ac, ahora en n, como jaun-arén, despues en i, como jaunari, sino es que nos digan que los nombres en sus casos oblicuos dejan de ser nombres. Pero eso seria ignorar demasiado, no saber lo que son casos rectos y oblicuos de nombre. Y aunque el asunto fuese verdadero, ¿qué se puede inferir de ahí sino la impertinencia é ignorancia de los que se rien de eso? Semejante á la de quien se riese de que todo nombre del romance se acaba en plural en s, los hombres, los simples, los importunos.
Otra objecion hacen contra el bascuence; porque en esta lengua todo se ha de construir al revés, por la posposicion que tiene de artículos, v.gr. ur garbi-á, burú uts-á se han de construir agua clara la, cabeza vana la. Qué simpleza! y de dónde te consta que esa construccion es al revés? y mas si doy yo en decir que va al revés tu construccion castellana? Sabes? los hebreos escriben el renglon tirándole de la mano derecha á la izquierda, y tú le tiras de la izquierda á la derecha: y quién escribe al revés? Segun ese reparo se habrán de desterrar del latin el que, ve, ne y otros adverbios y aun toda su sintáxis. Y sino construye esta oracion: sempér enim hic homo leones inter, ursosque commoratus est: mira que donosura, siempre por que este hombre leones entre osos y vivido ha. Pero yo habo mal en cansarme en esta puerilidades. Goazén emendic.

§V.

De los nombres propios y de su declinacion.

Los nombres propios de mugeres siguen en toda la declinacion comun de los apelativos por los artículos a, ac, de los cuales el a está embebido en la terminacion del nombre, y por eso no se duplica, Juana Antonia, Maria, v.gr. Jóana, Jóanac, Jóanaren, Jóanari,etc. Ni hay de ellos que advertir mas que el acento no está en los artículos, como en los apelativos, sino en alguna sílaba del nombre, y asi no se dice Jóanac, sino Joanac. Los propios de hombre son en dos maneras: unos que en romance se acaban en vocal, Pedro, Pablo, Antoio, y otros en consonante, Juan, Martin, Felix. La declinacion de los primeros es de este modo: para los verbos neutros no añade nada el nominativo, sino que la o final sirve de artículo, como en los apelativos el á, v. gr. Pedro dátor, Pablo dirudi; para los activos se añade por artículo una c como Pedroc dio, Pabloc il nau. En los demás casos sirve el artículo comun, perdiendo solamente la a inicial, v. gr. Pédroren, Pédrori, Pédrorenzat, etc. y el acento se conserva en el nombre, sin pasar al artículo. La declinacion de los segundo es como se sigue. Para los verbos neutros el consonante último sirve de artículo, sin añadir nada, Marin gaisto-á da, Juan il omen da: pero siguiéndose verbo activo, añade el nominativo por artículo el ec,Martinec iltzen nau, Juanéc ecarri dit. Los demás casos toman el artículo comun dimidiado, omitiendo la inicial ar en los casos que la tienen, y en los que solo tienen la a, omitiéndola, v. gr. Martinen, Martinena, Martini, Martinentzatetc. y el acento tampoco pasa á los artículos. Lo que hemos dicho de los nombres propios se entiendo de todos los apellidos, sean bascongados ó no lo sean: v. gr. de los bascongados Veroiz, Veróisec, Veróizena, Idiáquez, Idiáquezec, Idiáquezena: no bascongados, Prado, Pradoc, Prádorena, en vocal, y en consonante Nuñez, Núñezec, Nuñezena, etc.

CAP. II.

De los pronombres y de sus declinaciones.

Los pronombre regularmente se dividen en personales, posesivos, demostrativos, relativos, indefinidos. Dejando la esplicacion de esas voces, pasarémos á las declinaciones de sus significados en bascuence, guardando esta division y separando los que pertenecen á cada clase.

§I.

Pronombres personales.

Supongo que todos los pronombres en el nominativo de singular tienen dos terminaciones ó artículos y sirven para los mismos fines que en el nombre y pronombre, y quedan arriba esplicados: no son artículos propiamente por que el pronombre no los admite, como ni en el romance, pero en esta distincion de finales imita á los artículos del nombre. No pondré acusativo, ni vocativo, por que son semejantes al nominativo en la primera terminacion.

SINGULAR.

PLURAL.

N. ni, nic—yo. N.gu, guc—nosotros.
G. nizás—de mi. G.guzás—de nosotros.
D. nirí,neretzát—á,para mi. D.gurí,guretzát—á,para nosotros.
Ab.neréquin,nigabéconmigo,sin. Ab.gurequin,gugabe—con,sin nosotros.
nigatic,nigán—por mi,en mi. gugatic,gugán—por,en nosotros.
Otra I persona sinónima.

SINGULAR

PLURAL

N. neu, neuc—yo. N.gueú,gueuc—nosotros.
G. neuzás—de mi. G.gueuzás—de nosotros.
D. neuri,neuretzát—á,para mi. D.gueurí,gueuretzát—á,para nosotros.
Ab.neurequin,neugabe—con,sin mi. Ab.gueurequin,gabe—con,sin nosotros.
neugatic,neugán—por,en mi. gueugatic,gueugán—por en nosotros.

Aunque el nombre tiene dos artículos para el genitivo, estos pronombres solo tienen el que va puesto, y lo mismo sucede á los otros que se pondrán, y la razon es por que no son capaces de significar genitivo de posesion como los nombres. Los dialectos son genitivo nitáz, neutáz: dativo neretaco, neuretáco: ablativo nerequi, nigáz, nigaiti: y son los mismos en el plural.

Persona 2. Otra 2. persona sinónima.

SINGULAR

PLURAL

N. hi,hic—tu. N. eu,euc—tu.
G. hizás—de ti. G. euzás—de ti.
D. hiri,hiretzát—á,para ti. D. euri,euretzát—á,para ti.
Ab. hirequin,higabe—con,sin ti. Ab. eurequin,eugabé—con,sin ti.

Estos dos pronombres toman su plural del pronombre siguiente:

Persona 2. media

SINGULAR

PLURAL

N. zu,zuc—tu. N. zúec—vosotros.
G. zuzás—de ti. G. zúenzás—de vosotros.
D. zuri,zuretzát—á,para ti. D. zúei,zúenzat—á,para vosotros.
Ab.zurequin,zugabe—con,sin ti. Ab.zúecquin,zúecgabe—con,sin vosotros.

Este mismo pronombre admite en todos los casos una e, de esta suerte: zeu, zeuc, zeuzás, etc. Los dialectos, como en los antecedentes.


Nota.

A unque estos dos pronombre de segunda persona hi,hic, eu,euc,

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son sinonimos y equivalentes, pero el zu, zuc ó zeu, zeuc, no son sinonimos con los dos primeros; antes hay entre ellos un bellísima diferencia, que no se halla en otras lenguas. Por que los dos pronombres hi, hic, eu, euc son un tratamiento mas llano y menos cortés: pero el zu,zuc, ó el zeu, zeuc es de un tratamiento medio entre usted y tu del, romance, ni tan cortés como el primero, ni tan llano como el segundo aunque se acerca mas á la cortesia del primero y tanto que en Labort usan del pronombre zu para el tratamiento que corresponde al usted. Esta bella diferencia de las segundas personas se entiende tambien á las segundas conjugaciones como se verá despues.

3. Persona

SINGULAR

PLURAL

N. a, ac—aquel, aquella. N. aiec—aquellos, aquellas.
G. arená, azás—de aquel. G. aiena, aienzas—de aquellos.
D. ari, arentzat—á,para aquel. D. aiei, aientzat—á,para aquellos.
Ab. arequin, agabe.—con, sin
aquel.
Ab. aiequin, aiecgabe—con sin
aquellos.
agatic, agán—por,en aquel. aiecgatic, aietan—por,en aquellos.


Dos genitivos tiene ese pronombre por que capaz del de posesion v. gr. esta casa es de aquel, eché au arená da, y por esta razon tiene tambien el prononbre zu, zúena y si lo poseido es plural arénac, zúenac.
Los dialectos de este pronombre, ademas de los antecedentes son en singular: nom. hurá, arc: gen. arzás: abl. argatic, argán, huragabe. En el plural, perdiendo la i en todos los casos, v.g. áec, áena, áentzat, etc. Item, ec, hec, aquellos, hei á aquellos,henzas de aquellos, hequien por aien, etc.


§II.


Pronombres posesivos.


Los posesivos del bascuence son nere-á,neure-á, mio: hire-á, eureá, tuyo, mas llano: zure-á, neure-a, tuyo, mas cortés: bere-á, suyo: gure-á, geure-á, nuestro. Todos estos cuando vienen por si solos, se declinan con los articulos comunes del nombre, v.g. nereá, nereác, nerearéna, etc. digo cuando vienen por si solos que es únicamente cuando se responde ó pregunta, haciendo con los posesivos relacion á algun sustantivo precedente. v.g. norénac dira? cuyos son? neréac, mios, etc. Pero comunmente en la construccion vienen acompañados de otros nombres, y estos son los que llevan los articulos pospuestos, v.g. neré, aitá, nere aitaréna, etc. Ni en este punto hay mas que notar.

§III.

Pronombres demostrativos.


En el bascuence son en dos maneras: uno son comunies á las otras lenguas y otros son particulares. Los comunes son los que siguen:

SINGULAR

PLURAL

N.. au, onec—este, esta, esto. N.. óiec—estos, estas.
G.. onená, onenác, onezás—de
este.
G.. óiena, óienac, óienza,—de
estos.
D.. oní, onentzát—á, para este. D.. óiei, óientzat—á, para estos.
Ab.. onequín, augabe—con, sin
estos.
Abl.. óiequin, óiecgabe—con, sin
estos.
onegatíc, onegán—por, en este. órecgatic, óietan—por, en estos.

Tiene tres genitivos este pronombre y los siguientes: los dos primeros son de posesion, uno cuando lo poseido es singular, otro cuando es plural. Los dialectos suyos, además de los que arriba se han puesto son nom. au, auc; item haur, hunec, mudando la o inicial en hu en todos los casos del singular. Item perdiendo la i en todos los casos del plural, v.g. óec, óena, óei, etc.

SINGULAR

PLURAL

N.. orí, orrec—ese, esa, eso. N.. oriec—esos, esas.
G.. orrená, orrenác, orrenzás—de
de ese.
G.. óriena, órienac, órienzas,—de
de esos.
D.. oní, onentzát—á, para este. D.. óriei, órientzat—á, para esos.
Ab.. orrequín, arigabe—con, sin
ese.
Abl.. óriecquin, óriecgabe—con, sin
esos.
orregatíc, orregán—por, en ese. óriecgatic, óiietan—por, en esos.

Los dialectos como en los pronombres personales. Este pronombre orí, orréc, como el antecedente tiene otra terminacion comun es se ó xe con la x á la latina y en chec, cuya adicion hace al pronombre algo mas demostrativo, como si dijéramos este mismo, ese mismo. Y para que se conozca su aplicaion, pondrémos á ambos pronombres declinados en todos sus casos.


SINGULAR

PLURAL

N.. auxe, onechéc—este mismo, esta misma. N.. óiechec—estos, estas.
G.. onenchená, onechenzás—de
este mismo.
G.. óiechena, óiechenas—de
estos, de estas.
D.. onixe, onenchentzat—á, para
este mismo.
D.. óieixe, óiechentzat—á, para
estos, estas.
Ab.. onequinche, auxegabe—con,
din este mismo.
Abl.. óiequinche, óiechecgabe—con,sin estos.
onexegatíc, oneganche—por, en este mismo. oiechecgatic, oiechetan—por,
en estos.

SINGULAR

PLURAL

N. orixé, orrechéc—ese mismo, esa misma. N. oríechec—esos mismos, esas
mismas.
G. orrenchena, orrenchenzás—de
ese mismo.
G. oríechena, oríechenzas—de esos mismos.
D. orrixé, orrechentzát—á, para
ese mismo.
D. oríexe, oríechentzat—á, para esos mismos.
Ab. orrecegátic, orrexegán—por,
en ese mismo.
orrequínche, orixegabe—con, sin ese mismo
Abl. oríequinche, oríechecgabe
con,sin esos.
oríechecgatic, oríechetan—por
en esos.

Como la pronunciacion del xe' y che es tan parecida, por eso la constumbre ha introducio el che por el xe y muchas veces al contrario, asi en la pronunciacion, como en el escribir. Tambien se estiende esta terminacion al pronombre de la tercera persona, v.g. a,axé huraxé,archéc, arixé, áiechec, etc.
Otro pronombre demostrativo es berá, el mismo y la misma, y se distingue de beraá, blando, y beerá ó beherá, abajo: pero por que su declinacion es en todo como la del nombre, y con sus artículos, no la ponemos aparte. De este pronombre y de los dos au onec, ori, orréc se forman otros dos demostrativos particulares, berau beronéc, berori, berorréc, de que hablarémos luego.
Los demostrativos particulares del bascuence son segun la diversidad de las personas, y son los que corresponden á los que en romance se hacen con la palabra mismo, y en latin con ille ego, ipse ego, ego me. tu me, etc.

SINGULAR

PLURAL

N. nerau, neronéc—yo mismo,
misma.
N. gueroc,—nosotros mismos, etc.
G. neronena, nerenenzás—de mi
mismo.
G. guérena, guérenzas—de
nosotros.
D. neroní, nenoréntzat—á, para mi
mismo.
D. guéroi, gueréntzat—á, para
nosotros.
Ab. neronéquin, neraugabe—con,
sin mi.
neronegatic, neronegán—por, en
mi.
Abl. guérocquin, guérocgabe—con,
sin.
guérocgatic, gueregán—por en.

SINGULAR

N. herori, herorrec tu mismo, misma.
G. herorrená, herorrenzas —— de ti mismo.
D. herorrí, herorrentzat —— á, para ti.
Ab. herorrequin, herorigabe —— con, sin ti.
herorregatic, herorregan —— por, en ti.

SINGULAR

PLURAL

N. cerori, cerorrec—tu mismo. N. zuec, ceroc—vosotros
mismos.
G. cerorrená, cerorrenzás—de ti
mismo.
G. cérena, cérenzas—de
vosotros.
D. cerorri, cerorréntzat—á, para
ti mismo.
D. cérori, cérentzat—á, para
vosotros.
Ab. cerorrequin, cerorigabe—con,
sin ti.
cerorregatíc,cerorregan—por,
en ti.
Ab. cérocquin, cérocgabe
con,sin.
cérocgatic, cérocgan—por, en.

En este plural cérena, cérenzas, cérentzat se distinguen por el acento del singular del pronombre relativo cerque se pondrá abajo, y se pronuncia cerená, cerenzás, cerenzát, con el acento en la última.
Otros dos demostrativos hay de que hicimos poco há mencion, y son berau, beronéc, este mismo, y berori, berorréc, ese mismo; pero el primero se declina como el pronombre au onec, y el segundo como orrí orréc en singular, cuyo plural es el siguiente:

SINGULAR

PLURAL

N. béroc—estos, y esos mismos. N. éuroc,—estos, y esos mismos.
G. bérena bérenzas—de esos
mismos.
G. éurena, éurenzas—de
esos mismos.
D. béroi, bérentzat—á, para. D. éuroi, éurentzat—á, para
esos mismos.
Ab. bérocquin, berocgabe—con, sin.
bérocgatic-béretan—por, en.
Abl. éurocquin, éurocgabe—con,
sin.
éurocgatic, éuretán—por en.

Los dialectos de estos pronombres son como en los antecedentes.

Nota.

Este pronombre berori, beroréc en singular, y béroc, eurocen plural tiene otra particular significacion, y es la que corresponde al usted ó vuesamerceddel romance; y asi se dice berori datór, usted viene; berorrec il nau, usted me ha muerto, y aun en este sentido es la misma declinacion que va puesta.
Puede dudarse si este pronombre es de segunda persona ó de tercera, y las razones de dudar son, primero, que usamos de este pronombre hablando en apóstrofe y en las circunstancias mismas que del pronombre tu: la segunda, que á este pronombre en latin no correspondo otro que sea de la tercera persona, sino de la segunda, ni en el francés: luego es pronombre de la segunda persona. Por otra parte en el verbo se la da inflexion, que pertenece á la tercera persona, berori dator, usted viene: luego no puede ser de la segunda persona.

Respondo que en este sentído, asi el berori del bascuence, como el usted del romance son pronombres de tercera persona, y por eso con

14


gran consecuencia les señaló, o la costumbre, ó la reflexion por correspondientes suyos en el verbo las inflexiones de la tercera persona. La razon es que el respeto y la cortesania ha inventado varios titulos y tratamientos, para la distincion y diferencia de las personas, no en cuanto son hombres precisamente, porque en ese concepto son iguales todos,sino en cuanto están como revestidos de algun oficio, dignidad, preeminencia, grado, etc. Estos nombres de que las personas se revisten son muy extrinsecos á ellas y pertenecen á la tercera persona. De aqui nace que cuando hablamos á otros con esos títulos y tratamientos usamos en el verbo de la innflexion que toca á la 3.a persona y no á la segunda. En los tratamientos compuestos se conoce esto bien claro, v. gr., Vuestra Magestad, Vuesa Eminencia, etc, pero lo mismo es en los simples, como en el usted y tambien ya en el sincopado Usia: porque cuando tratamos á otros con ese respeto y cortesía, no tomamos para el régimen del verbo lo que tienen de hombres sino lo que tienen por el oficio, dignidad, grado, de que están sobrescritos; y como es de 3.ª persona por eso entra bien la inflexion de la 3.ª y no de la 2.a persona. Asi queda ya esplicada la razon por que el nombre berori es de la 3.ª persona aunque se use en,las mismas circunstancias que los pronombres de la 2.ª.


§ IV.


Pronombres relativos


Los relativos del bascuence se hacen de varios modos y con varias terminaciones, que se pondrán en la sintáxis. Ahora hablamos de los pronombres que llaman relativos.

Singular. Plural

Singular. Plural

N. nor, norc—quien, quienes. N. cein, ceiñec—quien, cual, cuales.
G. norená, norenác, norzás—de quien.
G. ceiñená, ceinenác, ceinzás—de
quien.
D. nori, norentzát,—á, para quien.
D. ceiñi, ceiñentzat--á,para quien.
Ab. norequin, norgabe—con, sin.,
norgatic, nogán-por, en.
Ab. ceiñequin, ceingabe—con, sin.
ceingatic, ceingan—por, en.


Singular. Plural

N. cer, cerc que, que cosa.
G. cerená, cerenác, cerzás de que.
D. cerí, cerentzát á, para que.
Ab. cerequin, cergabe
cergatic, certan
con, sin que.
por, en que.

15.


Estos tres ponombres son interrogativos, y una misma inflexion sirve alsingular y plural; porque igualmente se dice nor da, quienes, que nor dirá, quienes son:inalgmente cein da, cual es, que cein dirá, cuales son: igualmente cer da,que es, que cer dirá, que son.
En el genitivo de estos pronombres se note: lo 1.º que cuando vienen acompañados de otros nombres, estos son los que llevan el articuloa a, ác, v.g. norén escu-á, ceñén buru-á. Lo 2.º si el nombre á quien se hace relacion es singular, se acentúa el ác, v. gr.: si habiendo precedido jaunarén zaldi-ác, yo pregunto, norénac? pero si es plural, el acento está en la e penúltimam, v.gr. norénac, en que sigue la condicion del acento del número plural. Lo 3.º estos genitivos norzás, ceinzás, cerzás, se hacen tambien norenzás, ceiñanzas, cerenzás, especialmente hablando en plural.
Los dialectos son los comunes á los pronombres de arriba, v.g. dat.norendaco, ceñandaco, cerendaco: abl. norgáz, ceingáz, cergáz y tambien nogáz, etc. Item norgaiti, ceingaiti, cergaiti
El pronombre relativo, que como tal sirve, atando una oración con otra, es ceiña, ceiñac, de cuyo uso hablarémos en la sintaxis. Declinase en todo como el nombre, ceñarén, ceiñari, ceiñarentzat etc. Véase en la sintáxis su construccion cuando se junta á un nombre.

§V.

Pronombres indefinidos.


De los tres pronombres qae acabamos de poner, salen estos derivados indcfinidos: iñor, nihor, edocein, ecer. IjOS dos primeros son sinonimos y de una misma signiiicacion,2;7d^, w?7idr, alguno, alguna, y si cn la oracion vienela negacion ez, ninguno, ninguna, v. j^r.: nilior ez dator^ ninguno viene, niliorc ez dic, ninguno lo dice. Edocein, cualquicra, ecer. algo, no tienen mas que cl numero singular, y su dechnacion sigue en lodo a la de sus primiiivos. SlNGULAR. N. iñor^ iñorc G. iñore'n, iñorzds D. iñori.^ iñorentzat Ah. iñorec/uin., iñorgabe iñorgatic, iñorgdn

De

'e

misma sucrte

se dcclina el

a,

con, sin. por, en.

pronombre nihor,

SlNGULAR.

nilidrc.

SlNGULAR.

N. ecioccin, ec^occme'c— cua!quiera. G. edoceiñe'n, edoceinzds—de cua!quiera.

D. edoceiñi, edoceiñentzat

alguno, a. de alguno. para alguno.

a,

N.

ece'r,

G.

ecere'n,

ece'rc— algo, alguna cosa.

ecerzds—de

algo.

pa-

ra cualquicra. Ab. edoceiñecjuin, ecloceingabe— con, sin. edoceingatic^ edoceinga por, en.

n—

D. eceri^ ecerentzdt—{i,i^^VA algo. Ab. ecerecjuin, ecergabe—con^sm algo. ecergatic^ ecergdn go.

— por, en 3

alOrrialde:El imposible vencido (1853).pdf/38 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/39 La diferencia está que los numerales del bascuence que se acaban en vocal, en el segundo nominativo que corresponde al que en romance no lleva los, añaden una c, v.g. bi, bic, hirú, hirúc, zazpi, zazpíc; pero los que se acaban en consonante, añaden ec, v.g. bat, batéc, bost, bostéc, amár, amarréc, aunquetambien varias veces se pone esta terminacion á los que se acaban en vocal.
Esta diversidad que tienen los numerales en sí, pasa también á los nombresque vienen acompañados; de manera que siel numeral del romance deja el articulo los, las, el nombre añade una c si se acaba en vocal, y si en consonante ec, v.g.: cien ángeles te lleven, eun Ainguerúc eraman-azatela; amár guizonéc nácarte, diez hombre me traen. Se entiende la regla para los verbos activo. Pero si el numeral del romance viene con el los, las, el nombre del bascuence toma el artículo ac. v.g. los cuatro hombres, lau gizonac, etc.
Aun hay mas que advertir, porque los numerales muchas veces se hacen demostrativos, ó demostrados en nominativo y acusativo especialmente; y entonces añaden esta terminacion oc, v.g.: vamos nosotros dos, góazen bíoc; venid vosotros tres, atózte hirúroc. Y esta fuerza y particularidad de los numerales pasa tambien á los nombres zoázte gucíoc ó gustíoc, idos todos vosotros; guizónoc joango-guera, irémos nosotros los hombres.
Los ordinales se forman añadiendo al numeral en su primera terminacion este final gárren: bigárren,segundo, hirugárren, tercero, laugarren, cuarto, etc. y se declinan con los artículos del nombre como bigarrena, bigarrenac. Batgárren no tiene tanto lugar cuando viene solo, perosí cuando acompañado, como vigésimo primo, ogueitabátgarren; cuando el correspondiente al primero viene solo, se dice comunmente lenengoa, lénengo, lenvicico, lendavicicoa.
Y con esto no tenemos mas que añadir en punto de declinaciones del nombre y pronombre, porque lo que pertenece á su construcion y modo de colocarse en las oraciónes, y tambien lo que pertenece á su modo de acentuarse, es esplicará despues en la sintáxis y prosodia. Entremos ya en las conjugaciones, que es lo dificultoso.

CAP. III.

De las conjugaciones de los verbos en indicativo.


Es tan grande la armonia del bascuence en sus conjugaciones y tan admirable su variedad y dispositiva, que no puede imaginarse otra mayor. Otras lenguas tienen multitud de conjugaciones, pero sin mucho órden; grande variedad, pero sin mucha distincion y consecuencia; muchas raices, perono muy fieles, y asi de otros defectos que son indicios dela casualidad en la formacion ó en el acrecentamiento de esas lenguas. Al contrario, el bascuence junta un gran número de conjugaciones con grande órden, mucha variedad con suma distincion y consecuencia; pocas raices, y fijas, seguras fidelísimas: cosas que prueban claramente una sabiduria é inventiva admirable en los autores de esta lengua. Pero porque estas perfecciones están ponderadas bastantemente en la demostracion prévia, y se irán tocando en el discurso de este Arte, pasarémos á establecer ahora los principios generales y necesarios para arreglar en consecuencia las conjugaciones y sus modos diversos, advirtiendo que, aunque estoy mal con muchas locuciones de los gramáticos en órden á la division, naturaleza, propiedades de los verbos y de los nombres, de sus tiempos y modos, seguiré no obstante el uso comun de otros artes y sus autores. Supongo que el bascuence tiene verbos activo, pasivos y neutros, y que estos son regulares é irregulares; nombres cuya significación se esplicará en sus lugares.

§ I.

Las conjugaciones regulares del bascuence todas son compuestas y no simples.


En una lengua la conjugacion del verbo puede ser simple y compuesta. La conjugacion simple se llama aquella cuyas inflexiones son sencillas y de una sola diccion: la compuesta se llama aquella cuyas inflexiones constan de dos ó mas dicciones. Explícase. El latin tiene sus conjugaciones todas simples y ninguna compuesta, porque cualquiera inflexion de sus verbos y en cualquiera tiempo consta de una diccion y no mas, v.g.: lego, legis, legit; legebam, legebas, legebat; legi, legisti,legit, y asi de todos los demas tiempos. Tuviera el latin conjugaciones compuestas si para decir yo amo, tu amas, aquel ama, dijera amant sum, amans es, amans est: yo amé, tu amaste, aquel amó, amans fui, amans fuisti, amans fuit. Las lenguas que son hijas del latien tienen conjuagaciones heterogénean, esto es, partes simples y parte compuestas. Sirva de ejemplo el romance. Esta lengua, asi en indicativo como en subjuntivo tiene unos tiempos simples y otros compuestos. En el indicativo son simples el presente, leo, lees, lee; el inperfecto leía, leías, leía; un pretérito, leí, leiste, leyó; el futuro, leeré, leerás, leerá: pero son compuestos otro pretérito, he leido, has leido, ha leído, y lo mismo es el hube leído; el futuro perfecto, habre leído, habrás leído, habrá leido. En el subjuntivo son simples el presente lea, leas, lea, y el imperfecto en sus tres ramances leyera, leería, leyese; el futuro en el primero, si yo leyere, leyeres, leyere: pero son compuestos el perfecto, yo hay leído, tu hayas leído; el pluscuamperfecto en sus tres romances, yo hubiera, habría y hubiese leido; y en el futuro segundo, si yo hubiere leido.
Pues hablando de las conjugaciones regulares del bascuence, digo, que todas son compuestas y ninguna simple, porque todas sus inflexiones constan de dos y tres dicciones. Compónense de dos géneros dedicciones: unas son los varios modos de infinitivo y otras son las terminaciones del verbo, y de la varia combinacion de estas dicciones resulta la variedad de tiempos. Pongo ejemplo, ján, játen, jangó son divesos modos del infinitivo, det, dot, dut; ditut, dódaz, tút son terminaciones y los tiempos se hacen jaten det, dot, dut, jaten dézu, dozu, dúzu"; item jaten ditut, dodaz, tút, jaten dituzu, dozuz, tuzu, y es tiempo presente, sin variacion del modo infinitivo játen. Con las mismas terminaciones y otro diverso modo del infinitivo, se hace otro tiempo que es pretérito, jan det, dot, dut; jan ditút, dodaz, tút. Y en fin son las mismas y otro modo infinitivo se hace el futuro jango det, dot, dut, etc. y asi de los demas tiempos que todos son compuestos y ninguno simple. Y por ser este modo de conjugaciones compuestas mejor por menos expuesto á errores, mas distinto y mas capaz de distincion y consecuencia, por eso el bascuence es de tanto acierto, puntualidad y armonia en sus conjugaciones regulares. Digo regulares, porque todas las conjugaciones irregulares son simples y ninguna es compuesta sea del verbo activo, sea del neutro. Del activo, dacart, dacarc, dacan, dácarzu, etc; del neutro, nator, ator, zatoz, dator, gatoz, etc. Lo que he dicho de las conjugaciones del verbo regular, igualmente comprende los activos que los neutros.
De lo dicho infiero yo que el romance y las demás lenguas hijas del latin, como imitaron y aprendieron de su madre la conjugacion de los tiempos simples, asi imitaron y aprendieron del bascuence la conjugacion de los tiempos compuestos, y por consiguiente deben también recurrir al bascuence por su genealogia en esto, como en otras prendas varias. La prueba es fácil, porque el romance v.g. imitó estas conjugaciones compuestas, porque las halló en alguna otra lengua; no las halló en la latina, ni en la griega, porque no las tienen; luego en el bascuence que las tiene y es lengua mas antigua con quien y á cuya vista y compañia se formó. Sale esta consecuencia porque todos conocerán que el recurso á otras lenguas no es verosimil. Aun es mas clara la prueba que se toma del cotejo y convivencia de los tiempos compuestos. El romance tiene estos tiempos compuestos: yo he comido, tu has comido, aquel ha comido: yo habia comido, tu habias comido, aquel habia comido: yo habré comido, tu habras comido, aquel habrá comido. Pues repárese en esta formacion compuesta: yo he, tu has, aquel ha, es presente: yo habia, tu habias, aquel habia, es pretérito imperfecto: yo habré, tu habrás, aquel habrá, es futuro. Yo he, tu has, aquel ha, significa yo tenia, tu tenias, aquel tenia: yo habré, tu habrás, aquel habrá, significa yo tendré, tu tendrás, aquel tendrá. Esta significacion la sabe todo castellano. Ahora se hará á todos evidente que esta formacion la aprendio del bascuenci, porque las terminaciones que componen los tiempos corresponden á los tres tiempos de aquellos romances, presente, imperfecto y futuro y con la misma significacion: jan det, dezu, deu, yo he comido, tu has comido, aquel ha comido; jan izan nuen cenduen, zuen, yo habia comido, tu habias comido, aquel habia comido; jan izago det, dezu, deu yo habré comido, tu habrás comido, aquel habrá comido. Ahoras las terminaciones solas, det, dezu, deu, tengo, tienes, tiene: núen, cénduen, zúen, tenia, tenias, tenia; izango-det, dézú, deu, tendré, tendrás, tendrá. Lo mismo sucede en los otros dialectos, dot, dozu, dou, dut, duzu, du, que tienen la misma significacion. Pasa adelante la conveniencia; este verbo yo he, tu has, aquel ha es irregular del infinitivo haber que significa tener, y este del bascuence det, dezu, deu es irregular del infinitivo izán, ó izatú, ó izandú, que significa tener y ser. Como el bascuence forma el pretérito del presente det, dézu, deu, asi el romance forma su pretérito compuesto del presente he, has, ha. Como el bascuence forma el pluscuam perfecto con el imperfecto izan, núen, cénduen, zúen, asi el romance forma el mismo tiempo con el imperfecto habia, habias, habia. Como el bascuence forma el futuro perfecto con el imperfecto izango-dét, dézu, deu, asi el romance forma el mismo tiempo con el futuro imperfecto habré, habrás, habrá. En fin si la terminacion del bascuence pierde su significacion cuando compone el tiempo jan det, dezu, deu también pierde la suya el romance he, has, ha: si en el bascuence no pierde la signifiacion correspondiente al tener, tampoco en el romance, y asi lo mismo es en el significado decir yo he comido, que yo tengo comido, aunque no en el modo de significar. Y para que sea en todo cabal la conveniencia, el romance compone sus tiempos con el adjetivo ó participio jan, comido, y distinguiremos mas abajo esta diccion de jan. comer. Me parece que á vista de este cotejo no habrá nadie que no confiese que la formación compuesta de los tiempos la aprendió el romance del bascuence, y lo mismo digo del francés y del italiano: asi la hubieran aprendido en todos los tiempos y en toda la variedad de conjugaciones que tiene el bascuence.

§II.

Modos del infinitivo y su formacion.

Siendo compuestas las conjugaciones del verbo. es preciso declarar sus partes ó constitutivos; y habiendo dicho que estas partes son los varios modos del infinitivo y las terminaciones, las explicarémos por su orden. Pondremos el ejemplo en un verbo activo, aunque igualmente se estienden al neutro las reglas fijas que aquí pondrémos.

Infinitivo del verbo jan.

Pres.infin.——jan,játea——comer, comido.
Pret.infin.——jan-izán——haber comido.
Part. pres.———játen———comiendo.
Partic. fut.-jangó, jánen——quien ha de comer.
Fut. de infin.—jan beár——haber de comer.
Gerund.genit. y Dat.-játeco——de comer y para.
Gerund.acusat.———játera———á comer.
Partic. pret.——janá———comido.
Ablat. absol.——janic——habiendo comido.

Antes de explicar estos modos, quiero brevemente desembarazarme de algunos reparos. Ya tengo antes insinuado que estoy muy mal cod
Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/44 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/45 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/46 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/47 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/48 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/49 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/50 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/51 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/52 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/53 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/54 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/55 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/56 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/57 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/58 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/59 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/60 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/61 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/62 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/63 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/64 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/65 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/66 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/67 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/68 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/69 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/70 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/71 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/72 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/73 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/74 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/75 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/76 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/77 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/78 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/79 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/80 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/81 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/82 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/83 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/84

63

Jaten dizquígutzue,te—nos los comeis.
jaten dizquigute—aquellos nos los comen.

Pret. imperf.

Jaten iz-ciñizquigun—tu nos los comias.
jaten cizquígun—aquel nos lo comia.
jaten cinizquiguten—nos los comiais.
jaten cizquiguten—aquellos nos los comian.

Imperativo.

Jan zaguizquiguc, un, utzu—cómenoslos tu.
jan beguizquigu—cómanoslos él.
jan zaguizquigutzute—comédnoslos.
jan beguizquigute—cómannoslos.

Y tambien jan-zaizquiguc, zaizquigutzu, etc.

Optativo. Presente.

Jan dizquitzagutzún—tu nos los comas.
jan dizquitzagún—él nos los coma.
jan dizquitzagutzutén—nos los comais.
jan dizquitzagutén—nos los coman.

Imperf. 1.

Jangó cinizquiguque—tu nos los comieras.
jangó lizquiguque—aquel nos lo comiera.
jangó cinizquiguquete—nos los comierais.
jangó lizquiguquete—nos los comieran.

Imperf. 3.

Jan cinietzaizquigún—tu nos los comieses.
jan cietzaizquigún—él nos los comiese.
jan cinietzaizquigutén—nos los comieseis.
jan cietzaizquigutén—nos los comiesen.

Precediendo el que, jan-cinietzaizquigulá, y en el presente jan-dizquitzagutzulá, etc.

Futuro condicional.

Jan badizquitzaguc, un, gutzu—si tu nos los comieres

jan badizquitzagu—si él nos los comiere.
Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/86 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/87 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/88 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/89 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/90 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/91 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/92 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/93 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/94 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/95

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mo hic jaten-nac, yo te como á ti mismo, nic jaten aut, etc. Pues de estas conjugaciones transitivas no hay mas que cinco, tres que corresponden á los tres pronombre ni, hi, zu, ó neu, eu, zeu, y dos que corresponden á los dos pronombre ó personas de plural gu, zuec ó guen, zeuec. La tercera persona de singular ni la del plural no tienen conjugacion á parte y cuando son ellas los acusativos en la oracion, como el sentido es absoluto, asi tambien la conjugacion que les corresponde es absoluta, v. gr. yo como á aquel hombre, jaten-dét, guizón hurá, edó á ten-dót, áten-dút. Item yo como aquellos hombres, játen-ditut guizón áiec, edó játen dódaz guizón áec, edó áten-tút guizón hec. Cuando digo que las personas a quien la accion verbal dice transicion son el acusativo, se entiende que está embebido en la misma inflexion del verbo, sin que sea necesario espresarle, como lo es en otras lenguas, v. gr., játen-náute, me comen, sin que sea necesario añadir ni ó neu.


§XVII.

Conjugacion 17 relativa, siendo acusativo el pronombre ni ó neu.

Indicativo. Presente.

Jaten nac, nan, názu—tu me comes.
jaten nau—aquel me come.
jaten názue, zute—vosotros me comeis.
jaten náute, náue—aquellos me comen.


Pret. imperf.

Jaten ninduan, en, duzun—tu me comias.
jaten ninduan, duen—aquel me comia.
jaten ninduzuten—vosotros me comiais.
jaten ninduten—aquellos me comian.


Imperativo.

Jan nazác, an, zazu—cómeme tu.
jan nazá—cómame aquel.
jan nazazue, te—comedme vosotros.
jan nazate—cómanme ellos.


Optativo. Presente.

Jan nazaán,zazún—tu me comas.
jan nazán—aquel me coma.
jan nazazutén—vosotros me comais.

jan nazaten—aquellos me coman.

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Imperf. 1.


Jangó ninduquec, en quezu—tu me comieras.
jangó ninduque—aquel me comiera.
jangó nínduquezue, te—me comierais.
jangó ninduquete—aquellos me comieran.

Imperf. 3.

Jan nintzacaán, nintzazún—me comieses.
jan nintzán—aquel me comiese.
jan nintzazutén—vosotros me comieseis.
jan nintzatén—aquellos me comiesen.


Precediendo el que, nintzazulá, nintzalá, y en el presente jan nazaalá, nazazulá, etc.

Futuro condicional.


Jan banazac, an, zu—si tu me comieres.
jan banaza—si aquel me comiere.
jan banazazue—si vosotros me comiereis.
jan banazate—si aquellos me comieren.

Los demás condicionales por las inflexiones del imperfecto.

En estas conjugaciones están mas que en otras mezclados los dialectos, de manera que muchas terminaciones que son del uno se practican en el otro, pero eso no importa para que aqui se deban separar las que pertenecen á cada dialecto y para que los que estilan un dialecto puedan hablar con consecuencia.

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Dialecto 2. Presente.

Jaten nanc, naun, nauzu—tu me comes á mi.
jaten nau—aquel me come.
jaten nauzute, zue—vosotros me comeis.
jaten naute—aquellos me comen.

Pret. imperf.

Jaten nínduen, nidduzan—tu me comias.
jaten nínduen—aquel me comia.
jaten nínduzuten—vosotros me comiaís.
jaten nínduten—aquellos me comian.

Los que usan del primer dialecto, igualmente dicen jaten nauc, que jaten nauc, y asi hay otros usos promiscuos que deberian separarse en estas y en las siguientes codjugaciones.

§XVIII.

Conjugacion 18 relativa, siendo acusativo el pronombre hi ó eu.


Indicativo. Presente.

Jaten -at,áut—yo te como á ti mismo.
jaten ác, án, áu—aquel te come.
jaten águ—nosotros te comemos.
jaten áte, áute, áue—aquellos te comen.


Pret. imperf.

Jaten indudan—yo te comia.
jaten induan—aquel te comia.
jaten indugun—nosotros te comiamos.
jaten índuten—aquellos te comian.


Optativo. Presente.

Jan azadán—yo te coma.
jan azán—aquel te coma.
jan azagún—nosotros te comamos.
jan azatén—aquellos te coman.


Imperf. 1.

Jangó induquet—yo te comiera.

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jango índuque—aquel te comiera.
jango índuquegu—nosotros te comiéramos.
jango índuquete—aquellos te comieran.


Imperf. 3.

Jan inzaadán—yo te comiese.
jan inzaán—aquel te comiese.
jan inzaagún—nosotros te comiésemos.
jan inzaatén—aquellos te comiesen.

Precediendo el que, jan-inzaadalá, y en el presente jan azadalá,
etc.


Futuro condicional.

Jan baazat—si yo te comiere.
jan baaza—si aquel te comiere.
jan baazagu—si nosotros te comiéremos.
jan baazate—si aquellos te comieren.

Los demás condicionales por la inflexiones del imperfecto.


Dialecto 1. Presente.

Jaten ot, aut—yo te como á ti.
jaten ou, au—aquel te come.
jaten ougu, agu—nosotros te comemos.
jaten oute, oue—aquellos te comen.


Pret. imperf.

Jaten induva—yo te comia.
jaten induva—aquel te comia.
jaten induguva—nosotros te comiamos.
jaten induvea—aquellos te comian,


Dialecto 2. Presente.

Jaten aut—yo te como.
jaten au—aquel te come.
jaten augu, agu—nosotros te comemos.
jaten aute—aquellos te comen.


Pret. imper.

Es el mismo que en el primer dialecto.

§XIX.

Conjugacion 19 relativa, siendo acusativo el pro-

nombre zu ó zue.

Indicativo.—Presente.

Jaten záitut—yo te como á ti.
Jaten záitu—aquel te come.
Jaten záitugu—nosotros te comemos.
Jaten záitute—aquellos te comen.


Pret. imperf.

Jaten cíndudan—yo te comia.
Jaten cínduen, an—aquel te comia.
Jaten cíndugun—nosotros te comiamos.
Jaten cínduten—aquellos te comian.


Optativo. Presente.

Jan zaitzadán—yo te coma.
Jan zaitán—aquel te coma.
Jan zaitzagún—nosotros te comamos.
Jan zaizatén—aquellos te coman.


Imperf. 1.

Jangó cinduquet—yo te comiera.
Jangó cinduque—aquel te comiera.
Jangó cínduquegu—nosotros te comiéramos.
Jangó cínduquete—aquellos te comieran.


Imperf. 3.

Jan cintzadán—yo te comiese.
Jan cintzán—aquel te comiese.
Jan cintzagún—nosotros te comiésemos.
Jan cintzaaten—aquellos te comiesen.

Precediendo el que, jan-cintzadalá, y en el presente, jan zaitza-

dalá, etc.

Futuro condional.

Jan bazaitzat—yo te comiere.
Jan bazaitza—aquel te comiere.

Jan bazaitzagu—nosotros te comiéremos.

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jan bazaitzate—si aquellos te comieren.
Los demas condicionales por las inflexiones del imperfecto.


Dialecto 1.—Presente.

Jaten záitudaz—yo te como.
jaten záituz—aquel te comen.
jaten záituguz—nosotros te comemos.
jaten záituve—aquellos te comen.

Tambien dicen jaten-zaitut, etc. como en el primer dialecto.


Pret. imperf.

Jaten cíndudazan—yo te comia.
jaten cínduzan—aquel te comia.
jaten cínduguzan—nosotros te comiamos.
jaten cínduezan—aquellos te comian.


Dialecto 2.


Apenas varia nada de las inflexiones del primero, sino es diciendo jaten záituzte que es inflexion promiscua.

§XX.


Conjugacion 20 relativa, siendo acusativo el pronombre gu ó gueu.


Indicativo. Presente.

Jaten gáituc, un, tuzu—tu nos comes.
jaten gáitu—aquel nos come.
jaten gáituzue—vosotros nos comeis.
jaten gáituzte—aquellos nos comen.


Pret. imperf.

Jaten indugun, guíndzun—tu nos comias.
jaten guínduen, an—aquel nos comia.
jaten guinduzuten—vosotros nos comiais.
jaten guinduzten—aquellos nos comian.


Imperativo.

Jan gaítzac, an,tzatzu—cómenos tu.
jan gaitza—cómanos aquel.

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jan gaitzatzute—comednos vosotros.
jan gaítzate—cómannos ellos.


Optativo.—Presente.

Jan gaitzatzún—tu nos comas.
jan gaitzán—aquel nos coma.
jan gaitzatzutén—vosotros nos comais.
jan gaítzatén—aquellos nos coman.


Imperf. 1.

Jangó guinduquec, en, quezu—tu nos comieras.
jangó guinduque—aquel nos comiera.
jangó guinduzuquete—nos comierais.
jangó guinduquete—aquellos nos comieran.


Imperf. 3.

Jan guintzaán, tzatzún—tu nos comieses.
jan guintzán—aquel nos comiese.
jan guintzatzutén—nos comieseis vosotros.
jan guintzatén—aquellos nos comiesen.

Precediendo el que, jan-guintzaalá, y en el presente jan-gaitzalzulá, etc.


Futuro condicional.

Jan bagaitzác, an, tzatzu—si nos comieres.
jan bagaitza—si aquel nos comiere.
jan bagaitzatzue—si nos comiereis.
jan bagaitzate—si aquellos nos comieren.

Los demás condicionales por las inflexiones del imperfecto.


Dialecto 1.—Presente.

Jaten gozac, an gozuz—tu nos comes.
jaten gaituz—aquel nos come.
jaten gozuz—vosotros nos comeis.
janten gaituez—aquellos nos comen.


Pret. imperf.

Jaten guinduza, guinduzuzan—tu nos comias.
jaten guinduzan—aquel nos comia.
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201


Ausartziác, icenari
Ohoreác tiratú dión.
Hirú bostgún, ta ain guizon!
Ez naz miretsí; cerrén
Igazcó Españán, emén
Ler badezá esanguiác,
Dácusa oraño etsaiác
Diralá Fernando aurtén.


TRADUCCION

Otra.

No, señor, nadie se asombre,
Si tu sereno valor
Tiró á la fiera, y tu honor
Tiró á cumplir con tu nombre.
En tres lustros ya tanto hombre!
No lo admiro, no lo estraño:
Que en las Españas de antaño,
Dando una higa al refrán,
Sus enemigos verán
Que aun hay Fernandos ogaño.




FIN.

Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/231 Orrialde:El imposible vencido (1853).pdf/232